Los Nuestros

  Soldado español, ten clara una cosa, cuando estás de misión solo se acuerda de tí la madre que te parió. No esperes que España te reciba con el respeto que te mereces y valore tu trabajo como un servicio vital para el funcionamiento de una democracia moderna. No hace falta que me expliques porque la tremenda función que lleváis a cabo tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, porque ya lo sé.
 
  Pero qué le hago si todavía muchísima gente de este país tiene la imagen de vosotros como una mezcla entre ese ejército casi tercer mundista que teníamos en los años 70, junto con la impronta de una historia reciente por parte vuestra llena de nefastas intervenciones en la vida pública, a veces con un resultado totalmente dramático, como fue el caso de la Guerra Civil.
  Que sí, que lo sé, que el ejército que tenemos hoy día es una herramienta moderna, bien equipada y cualificada, con treinta años de democracia mostrando profesionalidad y lealtad a la Constitución. Sé que habéis tenido que sudar la guerrera para que en Europa os tomen en serio, y vaya si lo habéis conseguido. Y no solo eso, la OTAN os vino bien y lo sabéis, os hizo fijaros en una cosa que se llamaba Europa, os hizo aprender idiomas, modernizaros y adaptaros a un nuevo escenario global.
 
  Pero qué le hago yo si aquí muchos son expertos en mezclar las churras con merinas. Un sector de la izquierda os ve como una fuerza representativa del poder de la derecha en España, cuando no un símbolo de la reminiscencia de nuestro pasado imperialista. Valiente gilipollez, tenéis razón. También están los que directamente ven al ejército como una institución discutida y discutible, porque esos carros de combate, esas balas, esas ametralladoras tan feas...que poco buen rollo dan. Hoy día no hace falta un ejército, piensan algunos, solo son herramientas del imperialismo y capitalismo voraz que los necesita para seguir aplastando a el resto de pueblos. A estos, yo les recomendaría un viajecito por Siria, estoy seguro que quizás les haría ver las cosas de otro modo bastante distinto.
  También hay un sector de personas en España que directamente se mofan y avergüenzan de vosotros. No os extrañéis, España es el país del complejo nacional. Todo lo nuestro, tan solo por ser nuestro, ya parece que fuese peor o menos serio. No podían librarse de esto nuestras Fuerzas Armadas, claro.
  Tranquis que yo sé que podemos sentirnos bien orgullosos de tener un ejército bastante bien cualificado, con unos cuerpos como por ejemplo la Legión, la BRIPAC o los Grupos de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra (GOES) que pueden sin ninguna duda compararse con los mejores cuerpos especiales del mundo.
  Y luego, en el otro sector de la sociedad Española está la gente de derecha. Sí, esos que se pavonean de ser los únicos que os defienden y llevan con orgullo. Esos que en los últimos años de Zapatero iban al desfile del Día de la Hispanidad y utilizaban el momento sagrado de la ofrenda a los caídos para gritar ¡Zapatero dimisión!. Porque es que no había otro momento, claro, que utilizar dos putos minutos que le dedica España a los soldados muertos para convertirlos en una arma política arrojadiza. Con amigos como estos no os hacen falta enemigos.
 
  Pero tranquis que os digo una cosa, poquito a poco estáis mejorando vuestra política de comunicación, por fín os habéis espabilado y estáis mostrando todo vuestro trabajo por las redes sociales.

  Poco a poco España se dará cuenta, no solamente de la importancia de vuestro trabajo, sino además de los importantísimos valores que defendéis como institución. Es el afán de servicio a vuestro país, el espíritu de sacrificio, la disciplina, el respeto a la diversidad y la legalidad, el trabajo discreto y honesto, la valentía, la profesionalidad y la ambición personal; son muchos y muy positivos los valores que tenéis, por ello sois una institución que sin lugar a dudas debería tener mucha más presencia en la vida pública. Los jóvenes en España deberían conoceros mejor, por ello es vital que trabajéis por difundir la cultura de defensa.

   No, teniente-coronel Lezcano Mújica, no te me ibas a escapar de mi artículo, créeme. Os pongo en situación, éste sujeto al que me dirijo intentó hacer uso de su poder como superior sobre una capitán del ejército para abusar de ella, la capitán Zaida. La capitán le denunció y consiguió llevarlo a la cárcel durante dos años, pero aquello no fue el final de su pesadilla sino sólo el principio.
  El proverbio de “Perro no come carne de perro” se llevó a la práctica con ella y entonces los mandos actuaron de forma mafiosa y deleznable, intentando hacerle la vida imposible por haber cometido la osadía de defender su dignidad y su derecho a decir no.
   La capitán Zaida es el ejemplo perfecto de militar que necesita este y cualquier ejército, alguien valiente hasta la última gota de sangre y con una dignidad totalmente infranqueable. Pero usted, teniente-coronel Lezcano Mújica, usted pertenece a esa red de oficiales, en minoría pero existente, que está encantada de haberse conocido. Creéis que aún estáis en el siglo XIX y habéis convertido las altas esferas militares en vuestro chiringuito particular.
  Escuche una cosa, teniente-coronel, por si no lo sabía es usted un ser miserable y además un traidor a los principios de su ejército. Así que si aún le queda una pizca de honor - cosa que dudo mucho - háganos un favor a todos y desaparezca de la faz de la tierra. No perderemos gran cosa y el ejército menos.
  Y en cuanto a nuestro querido ministro Morenés, qué quiere que le diga, si pretendía no abrir la boca para que la imagen de las Fuerza Armadas no se llenase de porquería, ha conseguido justo el efecto contrario. La corrupción es al ejército español lo que la pederastia a la Iglesia Católica, podéis esconderla debajo de la alfombra pero tarde o temprano explotará llenándolo todo de porquería. ¿Verdad, Juan Sebastían ElCano?.
  Nuestro ministro ha actuado tarde y mal, además de con muy poca sensibilidad y algún que otro gesto miserable y ruín. Pero vamos, esta es la Historia del ejército español desde el siglo XVI, gente brava y dura en el combate, soldados que hicieron temblar a Europa pero gobernados a veces por verdaderos impresentables.
 

  Pero bueno, no quiero terminar este pequeño regalo en forma de artículo a nuestros soldados con un mal sabor de boca. Por ello os voy a contar una anécdota que quizás no conocéis y con la que seguro sentiréis gran orgullo.
  Os pongo en situación muy brevemente: ejercicio de adiestramiento en combate urbano dentro de la Base Naval de Rota, participan nada menos que la Compañía Europa del Equipo de Seguridad Antiterrorista de la Flota (FASTEUR) del Cuerpo de Marines de EEUU; el Grupo de Protección de la Flota del 43º Comando de los Marines Reales británicos con base en Clyde (Escocia); y la 3º Compañía del 1º Batallón del Tercio de Armada (TEAR) con sede en San Fernando (Cádiz).
  Ojo, los nuestros no son un grupo de operaciones especiales, pero son fusileros pertenecientes a una compañía de línea con experiencia en Haití, Líbano o Afganistán. Y además que nadie se olvide: son la infantería de marina española.
  Resumiendo mucho, se trataba de invadir un poblado teniendo que enfrentarse cada grupo a los otros dos, y ganaría el que completara la misión con el mínimo número de bajas y mayor rapidez posible. ¿Sabéis quiénes vencieron?. Los nuestros. Y, ¿quién iba a ser si no?. No eran un grupo de operaciones especiales de esos que aparecen en mil y una películas, pero ¿acaso se os olvidó que eran un tercio español?.

Os dejo el acceso al artículo "Asaltando un enclave remoto" de donde extraje la citada anécdota que os he contado http://bit.ly/1BEAmU3

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