¡Venga sí, hombre, ahora haceos los tontos! Ahora llevaos todos las
manos a la cabeza y abrid la boca como pasmados. La cosa parece que nunca ha
ido con vosotros ¿verdad?, por lo visto de buenas a primeras un día pusisteis
las noticias y os disteis cuenta que la costa española en verano se había
convertido en el puticlub casposo y barato del Mediterráneo occidental ¿a
que sí?.
Aunque también son conocidos estos turistas por practicar el balconing,
que no es más que tirarse a la piscina del hotel desde el balcón de la
habitación. Ni que decir de las mil y una peleas, intoxicaciones
alcohólicas y escenas de sexo en la calle que noche tras noche
tienen que aguantar los vecinos de todos estos municipios de los que os hablo.
Ahora vayamos a lo fácil, que ya tenemos experiencia en ello desde
que comenzó la crisis: ¡Estos ingleses es que no saben beber, son unos
camorristas y unos descerebrados! o también aquello de ¡Si es que la
policía no hace nada, seguro que están patrullando toda la noche solo para
llevarse el sueldo!.
¿Qué pasa? ¿Ya no os acordáis de todos los reportajes de
Callejeros, y sucedáneos que a partir de él se hicieron, donde todos
veíamos como la juventud española se ponía hasta las trancas de MDMA
en un polígono industrial? ¿Ya no recordáis cuando nos reíamos viendo como los padres mandaban a sus criaturas a los realitys para ver si la niña
tirándose a unos cuantos llegaba a ser comentarista de Sálvame o si al
niño a base de hacer demostraciones de casposidad le daban bolos en
discotecas por valor de 6.000 euros la noche?. ¿De verdad cuando veis el
ganado que desembarca en Mallorca os parecen bárbaros llegados de otro
planeta?.
Pues no, amigos, pues no, no son distintos a nosotros. O mejor dicho, estos que llegan a nuestra costa no son tan distintos a esos que tantas veces
hemos sacado en la tele para reirnos de la España descerebrada en la que nos
hemos convertido. Tranquilos que sé donde está la trampa, eso que sale
en Gandia Shore no es toda la juventud española, todos esos balas
perdidas que salían en los polígonos con las pupilas a punto de estallar no
representan ni mucho menos a la mayoría.
Pero son los que los medios de comunicación hacen visibles,
por excéntricos, esperpénticos o simplemente porque dan morbo barato. Nos
han etiquetados a los jóvenes con cuatro post-it simplones y con eso
explotan y explotan la imagen de nuestro importantísimo colectivo.
Esto se une a que es verdad, y no miento, si digo que Europa como civilización se ha relajado bastante en cuanto a sus valores y costumbres, y ahora ya vienen pisándonos los talones sociedades como la china, la islámica o la india dispuestas a aplastarnos y dejarnos claro que los siglos de gloria europea ya han llegado a su fin.
Esto se une a que es verdad, y no miento, si digo que Europa como civilización se ha relajado bastante en cuanto a sus valores y costumbres, y ahora ya vienen pisándonos los talones sociedades como la china, la islámica o la india dispuestas a aplastarnos y dejarnos claro que los siglos de gloria europea ya han llegado a su fin.
Pero antes de despachar el artículo tengamos claro algo, Magaluf y
sus orgías de vodka barato existen porque nosotros lo hemos permitido. España
sigue sin contar con un proyecto a largo plazo para su turismo (¿qué
raro en nosotros, verdad?), por lo que durante años hemos permitido
este tipo de turismo con la excusa de "El único turista malo es el que
no viene". Pues ahora tenemos lo que nos merecemos, somos la
putilla barata de Europa y ¿sabéis por qué? porque para trazar un proyecto
de país a largo plazo hacen falta gobernantes capaces pero sobre
todo una sociedad preparada, madura y lúcida que sepa bien qué país
quiere para sus nietos.
Así que ahora aguantaos porque Magaluf somos todos, a ver si
creíais que si un país decide avanzar hacia su futuro como un pollo descabezado a sus ciudadanos les va a salir gratis la cosa.
De todos modos en cuanto al tema del balconing
tampoco os preocupéis demasiado. De lo que la sociedad española ni sus
gobernantes son capaces de controlar ya se encarga la selección natural cada
vez que se estampa uno de esos chicos altos, guapos y con toda la vida por
delante. Como aquellos jóvenes ingleses que morían en la II Guerra
Mundial, entonces, lo hacían en un campo de batalla luchando por librar a
Europa del fascismo, ahora, lo hacen porque quieren ser como esos chicos que molan tanto y salen en la MTv.
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