La #vidaeschula que te cagas, colega

  Hoy voy a defender Desigual por una simple razón: lavidaeschula es vuestro lema y yo lo firmo sin ninguna duda. Ya que me mola mucho ese rollo que transmitís de rebeldía, independencia e inconformismo total. Y mucho más aún que crezcáis como estáis creciendo al igual como muchas otras marcas del textil español siguiendo el rastro que deja el gran buque insignia Inditex. Aún recuerdo - ahora que viene al caso - cuando vi la tienda de Zara en Manchester y sonreí aliviado con orgullo, pensando: ¡aquí está la embajada española!.  
  Sin embargo, tengo que reconocer que el último spot que creasteis desde Desigual con motivo del Día de la Madre me ha dejado con muchísimas dudas que plantearos a vosotros, mis lectores.

Ésta es la nueva tienda que Desigual abrió en Nueva York

 Para los que no lo hayáis visto aún Anuncio Desigual #túdecides, en el anuncio aparece una chica fantaseando sonriente con la idea de estar embarazada, y no se le ocurre mejor forma de celebrar el Día de la Madre que pinchando unos preservativos. A partir de aquí se me antojan dos formas de analizar el asunto:
  Por un lado hay que tener presente que una marca como la vuestra tiene un poder enorme de influencia en lo que a la construcción del paradigma -o idea compartida por todos - de mujer actual se refiere. ¡Espera, espera...! ¿Qué Desigual es responsable de como vemos hoy día a la mujer? ¡¿No es exagerar un poco?!. Quizás no del todo, yo creo - y vosotros estaréis de acuerdo - en que las mujeres de hoy no construyen la idea que tienen de sí mismas leyendo gruesos tochos de Filosofía, Feminismo ni Sociología. Puede que la élite intelectual sí, pero no el común de las mortales. Por el contrario, es el cine, la música, los medios de comunicación y el mundo de la moda, entre otros responsables, los que proporcionan y estimulan los ideales a seguir. Que sí, que detrás de eso están los cambios en los pilares de la sociedad y tal, pero yo hablo de lo que envuelve a las personas en su día a día. Eso que provoca que actuemos y pensemos tal y como lo hacemos, toda esa experiencia social y cultural que de forma directa, qué duda cabe, está influenciada por la publicidad.

   Sé perfectamente lo que ocurre, vivimos en una sociedad ultra rápida, y más en el mundo de la moda, y aunque observemos la vida en 4K las ideas en nuestras mentes duran un whatsapp. En un mundo así, reconozco que cuesta que todos llevemos las ideas ordenadas de una forma más o menos sensata, pero no caigáis en la trampa, ni vosotros publicistas, ni vosotras chicas, de creer que la mujer actual para poder sentirse libre debe ser un compendio de todos los errores que cometimos los hombres durante siglos, con varias cucharadas de frivolidad y unas gotas de esencia de demagogia.
  Aunque por otro lado siento una gran contradicción, ¿sabéis por qué?, porque tengo que reconoceros que el anuncio no me gustó, ya que me pareció que trata el tema de la concepción de una nueva vida con una frivolidad que me repelía, y sin embargo, es curioso, pero no pude evitar visionar de nuevo el anuncio. Era para observar los detalles, podría deciros...pero no fue así: era más bien porque me gustaba. ¡¿Pero no acabo de decir justo antes que no me gustaba?!. Ahí está la trampa, creo yo - ¡o el demonio como dirían algunos! -, el mensaje me indignó, pero a la vez no pude evitar que aquello me diese un morbo innegable.

  Y es que la publicidad también debe ser eso, hay que dar libertad al juego, al legítimo manejo de las emociones humanas con el fin de crear riqueza sin hacer daño a nadie. Ya que todo ese arsenal de sentimientos y juegos con la psique humana también, qué duda cabe, es una forma de arte. Por eso yo creo que más que condenar el anuncio, y mucho menos desprestigiar o iniciar una campaña de acoso y derribo a Desigual, la clave está en educar a la sociedad para que no sea un inerte monigote que todo lo traga. Es mejor apostar por que la gente se exponga a los estímulos de la publicidad con un ojo crítico y un posicionamiento propio basado en principios, valores, pero sobre todo una necesaria falta de ingenuidad por parte del público receptor.

   Así que, chicos de Desigual, ya sabéis, seguid trabajando duro que falta nos hace a los españoles marcas como la vuestra, tanto por la gran expansión comercial que estáis experimentando como por todo ese buen rollo y positivismo que transmitís dentro y fuera de nuestras fronteras.
   ¡Ahora, eso sí, mejor que no os de por vender preservativos en vuestras tiendas, porque creo que después del spot no vais a hacer mucho negocio con ellos!.