Hispania History X

 El otro día leí en la prensa que debido al obligado cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, la estatua ecuestre de Miguel Primo de Rivera que adorna la Plaza del Arenal de Jerez, muy pronto será ya Historia…¿o quizás más bien dejará de serlo?.
  Porque digo yo que ¿a vosotros nadie os ha dicho que quitar una estatua de un personaje histórico, con el fin de defender la Memoria Histórica, es algo así como querer empezar una dieta yendo a comer al McDonalds? O yo no me entero de la movida, o es que los progres de hoy día no terminan de tener del todo claro cómo crear de forma adulta una verdadera Memoria Histórica.

  El tema es sencillo. Todos sabemos que durante la dictadura de Franco el régimen hizo suyo no solo el relato que se contó acerca de la Guerra Civil, sino que además creó – o defecó, sería la expresión - su propia versión de la Historia de España adaptada a los intereses de adoctrinamiento del régimen. Pues resulta que cuando llegó la democracia, el personal - y con personal me refiero a la clase política y a la sociedad en su conjunto - no terminó de asumir con la madurez y lucidez suficiente la tarea de crear un nuevo relato de nuestra historia.
 Lo que ocurrió fue que el sector progresista de este país hizo su propia versión de los principales acontecimientos de la Historia de España, tratando muchos de ellos con sumo asco y desprecio. Ya que - como ocurrió hasta que España ganó el mundial con la bandera de España - había cierto complejo, estúpido y absurdo, a la hora de atreverse a abordar temas como la Reconquista, la Conquista de América, el Imperio Español, la Guerra de la Independencia o la misma Guerra Civil. Así que todo se pintó del color del pseudoprogresismo de pancarta barata, donde los caballeros de Santiago eran algo así como “bárbaros ultracatólicos que asesinaban a civilizados y cultos andalusíes”, los tercios de Flandes eran tachados de forma simple como el “perfecto botón de muestra de lo que un día fue nuestro vomitivo y fascista Imperio Español”. Y ya la Guerra Civil ni os cuento, como adivinaréis también se zanjó su relato de la forma más simplona pero políticamente correcta posible, resumido en algo así como: un grupo de energúmenos fascistas se alzaron contra la República llevándose a media España por delante. Listo. ¿Fácil, verdad?, Historia chachi ecopro explicada para los jóvenes, bien masticadita, por supuesto, no vaya a ser que se atraganten.
  Pues no, amigos, pues no. No es así de fácil conocer nuestra Historia. Es muchísimo más complejo y más trabajoso, ya que requiere esfuerzo - ¡oh, Dios, no! – además de la firme voluntad de conocer la tierra en la que uno vive. No se trata simplemente de que te den en el buche, como a un gorrión, cuatro medias verdades pre digeridas con las que intervenir en una conversación alrededor de una copa.
 ¿Queréis saber que entiendo yo por memoria histórica? Explicaros esto requeriría de un artículo largo y complejo, así que os lo voy a resumir en dos puntos principales.
   Lo primero que yo haría sería crear un proyecto educativo al que le podéis asignar el nombre chachi, por ejemplo, de: “Una Historia de mi país”. Es más, os podéis poner incluso peliculeros y titularlo Hispania History X”, que además mola más. Este proyecto se desarrollaría a lo largo de la secundaria y se trataría de que los propios alumnos, ayudados por el profesor, su entorno familiar y los responsables políticos de su municipio; fueran creando su propio “manual” de la Historia de España confeccionado a partir de la consulta de libros -¡Dios, no, ir a la biblioteca! - , páginas de Internet, documentos audiovisuales y por supuesto lo más importante: el relato de sus padres y abuelos.
  Sí, lo sé. Es un proyecto a largo plazo que requiere esfuerzo y verdadero interés. Pero es que así y solo así es como de verdad se aprende la Historia. De ese modo el chaval iría dándose cuenta que todo lo inteligente se construye de esta forma: trozo a trozo, voz a voz. Que la memoria histórica no empieza en el 36 sino con Atapuerca. Y que en su camino hacia la verdad tarde o temprano se terminará encontrando él solo frente a las miserias y grandezas que recorren nuestras venas. Pero si al final consigue, por esfuerzo y preocupación, crearse su propia visión de la Historia, poco podrán hacer con él demagogos y cuenta cuentos.

  Eso por un lado. Por otro os zanjo en un momentito el asunto de la estatua. Mirad, es muy simple, y estoy seguro de que vais a estar de acuerdo conmigo por una sencilla razón: al final yo creo que vosotros queréis exactamente lo mismo que yo.
  ¿Y si en vez de quitar la estatua hacemos algo mejor?. Qué os parece si colocamos una gran placa en el jardín que rodea a la misma, en la que de forma muy escueta se diga quién fue y durante qué intervalo de tiempo tuvo el mando de nuestro país. Debajo de esta información podemos poner una serie de enlaces a páginas webs de diverso estrato ideológico, además de una breve selección de manuales de Historia donde buscar quién fue Miguel Primo de Rivera. Es más, si queréis ser modernos de verdad, y no conformaros con ir simplemente de ello, podemos colocar un cartel que muestre recursos 2.0 para obtener información. Ya sabéis, páginas de Facebook, Twitter…¡¿o por qué no?!. Un código bidi donde cualquier chaval que pase por allí con su móvil pueda ser direccionado rápidamente a una breve descripción del personaje en cuestión. ¿No suena del todo mal, verdad? ¿En serio os suena mejor guardar la estatua en la nave de un polígono industrial?.
  Esto que os cuento es para mí la Memoria Histórica, y no lo que queréis hacer que  más bien se trata de practicar la damnatio memoriae. Y para los que no sepan que significa este término ahí os invito a conocer algo nuevo http://bit.ly/1hQXUcV. ¿Quién sabe si a partir de este simple enlace he motivado a alguien a iniciar su propia Historia de España?.


¡Os animo a comentar qué os ha parecido el artículo así como suscribiros si os gustó mi blog!

Comentarios

  1. Tienes razón en lo que dices, memoria implica recordar y para recordar hay que mantener ciertos elementos. El recordar ayuda a no repetir determnados hechos en el futuro. Esto debería ser la base de la Memoria Histórica, no obstante, si que considero que hay determinados monumentos de nuestro país, determinadas placas, que si bien no son eliminadas si que deberían ser modificadas. Tenemos demasiadas "honras" a gente que no se lo merece. Yo, por ejemplo, si bien no eliminaría el Valle de los Caídos, pues lo considero algo absurdo, sí que le cambiaría su significado. No, nos mintamos, el Valle de los Caídos sigue siendo un lugar de peregrinación de aquellos que siguen anclados en un pasado que esperemos que no vuelva, por eso debería haber un cambio radical de lo que significa, trasladar el cuerpo de Franco y de todos los que están allí y hacer un centro de estudios de la guerra civil, eso sí sería Memorio Histórica.

    ResponderEliminar
  2. Estoy totalmente de acuerdo contigo en tu punto de vista de lo que debe ser la Memoria Histórica. ¡Me alegro que te haya gustado el artículo y muchas gracias por comentar en mi blog!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario